martes, 29 de junio de 2010

Día negro para la historia del fútbol

La tecnología forma parte de nuestras vidas, nos la facilita. Tanto, que el mundo como lo conocemos no sería el mismo sin tales avances técnicos. Incluso tildaríamos de necio al que pretendiera vivir ignorándolos. Pero hay organismos que, en una lucha encabezada por su propio orgullo y tozudez, reniegan de ella.

Este es el caso de la FIFA, que el pasado domingo 27 de julio de 2010 protagonizó el mayor bochorno en la historia del fútbol mundial. Aunque suene demasiado apocalíptico. Especialmente porque los casi 160 millones de habitantes ingleses y argentinos saben que su sensación de impotencia e incredulidad al finalizar el partido fue perfectamente evitable.

En el caso inglés, pese a estar recibiendo un repaso ante Alemania perdiendo 2-0 en la primera parte, dos minutos de avalancha debieron haber culminado con el empate a dos. Lampard tiró desde fuera del área y el balón, rechazado por el larguero, entró casi medio metro en la portería germana. (Irónicamente todo el mundo recordó aquel gol concedido a Inglaterra en la final de su Mundial de 1966 sin haber rebasado el balón la línea con los mismos equipos frente a frente). Al final Alemania se impuso claramente 4-1 a Inglaterra con dos goles a la contra con los de Capello entregados en ataque, con lo que ese no-gol fue el factor diferencial del partido.





Por su parte, Argentina no estaba cómoda frente a México. Los aztecas habían dispuesto de dos ocasiones claras para marcar y la albiceleste apenas había llegado al área rival. Pero, de nuevo, la figura del colegiado emergió concediendo un increíble gol en fuera de juego a Tévez, que derrumbó al equipo entrenado por Aguirre, que acabó sucumbiendo 3-0. En este caso lo indignante fue que los videomarcadores del estadio mostraron la repetición de tal craso error arbitral, con las correspondientes quejas del público y del equipo mexicano. A pesar de haberlo visto, el italiano Rossetti hizo caso omiso a la realidad y persistió en su equivocación. Y eso sólo tiene un nombre: prevaricación.

En ambos casos el error supuso en gran medida la eliminación de los equipos perjudicados, con lo que se ha vuelto a abrir el debate sobre el uso de la tecnología en el fútbol. Los detractores argumentan que con su uso se perdería la esencia de este deporte. Habría que preguntarles si la injusticia y el error evitable forman parte de esa esencia en vez del gol, la deportividad o el buen juego.

Porque lo cierto es que en todos los deportes se está instalando poco a poco la tecnología en pos de la mejora de la labor arbitral o, en caso de fallo de ésta, de enmendar su error. ¿Acaso se suprimiría la photo finish en ciclismo o atletismo con la excusa de perjudicar su esencia? Por poner más ejemplos, en 2002 la NBA introdujo el instant replay, que permite parar el juego en los segundos finales para comprobar por vídeo las jugadas dudosas. En rugby es frecuente que el árbitro consulte "vía pinganillo" con un asistente acciones del juego relativas a la anotación de ensayos o golpes de castigo. Y en tenis se impuso en 2006 el famoso Ojo de Halcón, que los tenistas pueden reclamar hasta tres veces equivocadas por set (más otra adicional en el tie-break). Que le pregunten a la belga Kim Clijsters por la esencia del tenis cuando perdió una final del Open de Australia en 2004 contra su compatriota Justine Henin por un error del juez, que no vio dentro una bola suya a la línea, lo que le supuso el break definitivo del partido.

Algo parecido al Ojo de Halcón sería positivo para el fútbol, y menos costoso, ya que los dispositivos empleados en tenis (que sólo hay tres en todo el mundo) requieren la colocación de varias cámaras de alta velocidad conectadas a un ordenador, mientras que en el caso del fútbol bastaría con la repetición de la televisión. Y no se tardaría más de lo que se tarda con las protestas de los jugadores. Pero lo que no es admisible es que se repitan espectáculos tan nefastos como el del otro día.

jueves, 24 de junio de 2010

¿Y dicen que el tenis es aburrido?

Épico. Histórico. Memorable. Así es como está siendo el encuentro de primera ronda de Wimbledon entre el francés Nicolas Mahut y el estadounidense John Isner. Y el verbo tiene que estar en presente continuo porque aún no ha terminado desde que comenzara el pasado martes 22 de junio. Ni el martes ni ayer miércoles se pudo terminar el partido, en ambos casos por falta de luz en la pista 18 del All England Club Lawn Tennis Club, que acabó abarrotada por curiosos incluso asomados en las barandillas de los exteriores, ante el pequeño tamaño de la misma.

Transcurridas 10 horas de partido, el resultado provisional del partido, a falta de su reanudación esta tarde a las 15:30 hora local londinense, más parece de un partido de baloncesto: 6-4, 3-6, 6-7(7), 7-6(3), ¡¡59-59!! Lo nunca visto en el mundo del tenis. Tan sólo el quinto set ya está durando más que cualquier otro partido entero disputado hasta la fecha. 7 horas y 8 minutos, más lo que queda aún por disputarse, superan las 6 horas y 33 minutos del partido que disputaron en Roland Garros de 2004 los franceses Fabrice Santoro y Arnaud Clement con victoria para el primero por 6-4, 6-3, 6-7, 3-6, 16-14. También está siendo el partido con más juegos de la historia. Hasta ahora el privilegio recaía en las raquetas de Andy Roddick y el marroquí Younes El Aynaoui en los cuartos de final del Open de Australia de 2003, cuando el estadounidense se impuso por 4–6, 7–6(5), 4–6, 6–4, 21–19. Más lejos queda la época en la que aún no estaba instaurado el tie-break, cuando Pancho Gonzáles derrotó a Charlie Pasarell por 22–24, 1–6, 16–14, 6–3, 11–9 en 1969. Solamente el quinto set del Mahut-Isner supera los registros de juegos de ambos partidos.

Otra de récords. El cañonero croata Ivo Karlovic ostentaba hasta este partido la marca de más saques directos en un encuentro, cuando frió al checo Radek Stepanek con 78 en la Copa Davis de 2009. El segundo en esta lista era el sueco Joachim Johansson, que consiguió 51 aces en el Open de Australia de 2005 contra uno de los mejores restadores de la historia, el estadounidense André Agassi. Pues en "el partido de los récords" que se está disputando, Isner lleva 98 aces, por 95 de Mahut. Aunque cabe destacar que tanto Karlovic como Johansson acabaron perdiendo sus respectivos choques.

Aunque el partido no está siendo brillante por el juego, ya que no está habiendo apenas intercambios de fondo de pista y todo se resume en el serve and volley típico de las pistas de hierba, la emoción y la tensión es evidente. El ganador será recordado por siempre, ya que es imposible igualar las marcas de este encuentro. Y además el récord se esta produciendo en el santuario, la catedral del tenis mundial que es el verde londinense, lo que le confiere aún más importancia.

También es digno de mención el debate entre partidarios y detractores de la existencia de tie-break en el último set. La realidad es que el modelo actual es muy positivo para el tenis, ya que de haber desempate también en el set decisivo, los sacadores tendrían una ventaja considerable sobre el resto. Y el tenis no es sólo saque. También es físico y técnica. Además, la falta de tie-break en el quinto set sólo se produce en Copa Davis y en los Grand Slams de Roland Garros, Open de Australia y Wimbledon, torneos de tal importancia que es razonable que se requiera un mayor esfuerzo para ganarlos.

Dentro de una hora se conocerá el desenlace de esta épica batalla, pero lo que está claro es que nadie podrá volver a afirmar que el tenis es aburrido y no aporta emoción.


viernes, 18 de junio de 2010

Final histórico en Vitoria

El Caja Laboral (antiguo Tau Cerámica) se proclamó el pasado martes campeón de la ACB al imponerse con autoridad en la final al Regal F.C. Barcelona en una de las mayores sorpresas que se recuerdan en la liga española. Consigue así su tercer título de liga tras los logrados en 2002 contra el Unicaja y en 2008 contra el propio Barça, todos con idéntico resultado, 3-0. Y es una sorpresa porque enfrente estaba el campeón de la Copa del Rey y de la Euroliga, considerado por todos como el mejor equipo de Europa, que además contaba con el factor cancha a favor por haber acabado primero en temporada regular.


Tras tomar inesperadamente el Palau en dos ocasiones, el tercer partido tenía una importancia crucial, especialmente en el aspecto psicológico. De haber perdido, el Caja Laboral se habría llevado un mazazo muy grande, y posiblemente le hubiera costado la final. Pero el destino les tenía reservada la gloria en uno de los mejores partidos que se recordarán durante mucho tiempo. Porque el final parecía encarrilado para los de Dusco Ivanovic, ya que un triple de Pau Ribas ponía a su equipo cinco puntos arriba a 1:04 para el final de los 40 minutos reglamentarios. Entonces otro espectacular triple, con falta del defensor incluida, de Navarro silenció el Fernando Buesa Arena (aunque erró el tiro libre adicional), a lo que se unió Terence Morris machacando el aro a pase de Ricky Rubio poniendo el empate a 66 en el marcador.

Momento de recuerdos

Entonces llegó la hora de hacer memoria, de intentar redimirse de fantasmas del pasado. El barcelonismo recuerda con indignación el tapón
ilegal de Vrankovic a Montero que les costó la final de la Euroliga de 1996. El destino hizo que a falta de cuatro segundos para el final, igual que en París en el 96, un gancho de Eliyahu fuera taponado por Morris mandando el partido irremediablemente a la prórroga ante el griterío y las quejas de los 15000 asistentes al partido, que reclamaban que el balón estaba en trayectoria descendente.



El tiempo extra comenzó con dos canastas de un Tiago Splitter que estuvo imperial en la final y que acabó con 14 puntos, 13 rebotes, 4 asistencias, 4 robos de balón y 2 tapones para una valoración de 36 puntos. Probablemente éste fue su último encuentro con el Baskonia antes de partir rumbo a San Antonio. El brasileño, MVP de la temporada y de la final, algo que desde Sabonis nadie había logrado, ha cumplido con el patrón más indicado para dar el salto a la NBA, que requiere dominar el juego en Europa primero, como por ejemplo hizo en su día Ginóbili o en menor medida Pau Gasol.

Volviendo a la prórroga, tras el buen inicio del Caja Laboral, la balanza moral pasó a decantarse del lado del Regal Barcelona, que endosó un 0-9 de parcial con un buen Ricky Rubio. Igual que ocurriera al final del último cuarto, ahora eran los azulgranas los que ganaban de cinco puntos a falta de 1:27 para finalizar el partido (70-75). Pero entonces apareció en escena un casi inédito hasta el momento Teletovic para, con seis puntos consecutivos, acercar a los suyos a sólo un punto a falta de 7.5 segundos (76-77) y balón para los catalanes. Para el desenlace del encuentro sobran las palabras:



Fernando San Emeterio había pasado desapercibido durante el resto del partido, pero en esos momentos finales es donde se demuestra la categoría de un jugador, cuando se echa el equipo a la espalda, y San Emeterio estuvo más santo que nunca haciendo olvidar la final perdida en 2005 contra el Real Madrid con el histórico triple de Herreros. Esta vez fue el Caja Laboral quien rió último. El baloncesto se lo debía a los vitorianos.

miércoles, 9 de junio de 2010

Bienvenido a la trituradora, Mou

Era cuestión de tiempo. El futuro de José Mourinho y el Real Madrid estaba destinado a unirse, tanto por la necesidad de los blancos de crear de una vez por todas un proyecto estable como por las ansias de éxito del portugués. Mou ha convertido en oro todo lo que ha tocado en los equipos que ha dirigido, pero a partir de ahora se le acabaron los experimentos con gaseosa. El Real Madrid es la mayor trituradora de entrenadores del mundo, y el fichaje del de Setúbal es una declaración de intenciones de la directiva. Un cambio de rumbo hacia la estabilidad que no se tiene desde la época de Vicente del Bosque, casualmente la última de grandes éxitos merengues.

Un ganador nato

Mourinho ha ido quemando etapas. Comenzó siendo el ayudante (que no traductor como se dice) de Bobby Robson en el Sporting de Lisboa, Oporto y finalmente Barcelona, donde siguió cuando llegó Louis van Gaal a finales de los 90.

Posteriormente volvió a su Portugal natal para dirigir en la temporada 2000/2001 al Benfica, aunque su paso por ahí fue testimonial debido a cambios de directiva. En esta breve etapa disputó ocho partidos, con un balance de cinco victorias, dos empates y una derrota.

La temporada siguiente comenzó entrenando al modesto Uniao Leiria. En 18 partidos su balance fue de nueve victorias, seis empates y tres derrotas, con una racha final de cinco victorias consecutivas, lo que llamó la atención del Oporto, que le contrató en enero de 2002. Este fue sin duda el gran punto de inflexión de su carrera como entrenador, donde Mourinho comenzó a fraguar su leyenda de "devora títulos":

En dos temporadas y media, los dragones consiguieron dos Ligas portuguesas, dos Supercopas y una Copa de Portugal. Pero lo que le catapultó a la fama fueron los trofeos europeos: la primera Copa de la UEFA para el club, conseguida en 2003 frente al Celtic, y la segunda Liga de Campeones (tras la de 1987) en 2004 contra el Mónaco de Morientes. Esta sucesión de éxitos le sirvieron para obtener el premio al mejor entrenador de Europa durante esos dos años por parte de la UEFA, y el siguiente salto en su trayectoria, el fichaje por el Chelsea inglés en junio de 2004.

Con los blues, "The Special One" continuó su hoja de ruta consiguiendo dos Premier Leagues, dos Carling Cups, una FA Cup y una Community Shield, aunque se le atragantó la Liga de Campeones, llegando dos veces a semifinales contra el Liverpool. En esta etapa se creó la enorme enemistad con su anterior club, el F.C. Barcelona, con los que se cruzó en varias ocasiones en competición europea. Tras tres años en el conjunto londinense, en los que se erigió como el ídolo absoluto de la afición, las desavenencias con el magnate ruso Abramovich acabaron con la salida de Mourinho del club en septiembre de 2007, a pesar de las manifestaciones de los seguidores del Chelsea pidiendo que no se fuera.

Tras tomarse una temporada sabática, el Inter de Milán se hizo con sus servicios para la temporada 2008/2009, sustituyendo a Roberto Mancini. En su primera temporada consiguió la Supercopa italiana y el Scudetto. Y ya en esta última, el portugués ha conseguido otro hito más para anotar en su libreta. Con un equipo plagado de desechos de otros clubes como Eto'o, Sneijder, Milito, Motta o Cambiasso, la táctica de uno para todos y todos para uno empleada con sus jugadores ha valido para lograr un histórico triplete (Liga, Copa y Champions) para los nerazzurri, que no ganaban una Liga de Campeones desde 1965.

Todos estos éxitos se basan en un gran trabajo defensivo, de presión, y un importante orden táctico de todos los componentes del equipo. Además, Mourinho es un enorme motivador de grupo. Todos los jugadores que han jugado bajo su mando destacan que sabe exprimir a cada uno el máximo de sus posibilidades. Pero no por ser un magnífico "estratega" está bien tildarle de defensivo o de antifútbol como últimamente está de moda. En fútbol es, desgraciadamente, muy habitual tener una memoria demasiado corta. Se habla por lo que se ha visto en el partido anterior, y eso es un error. Que los equipos de Mourinho defiendan bien no quiere decir que sean defensivos. El Oporto jugaba bastante bien con Deco, Maniche, Alenichev, Derlei o McCarthy, y el Chelsea de Lampard, Duff, Robben, Joe Cole o Drogba era un prodigio ofensivo, como se demostró los primeros 20 minutos contra el Barça en octavos de final de la Liga de Campeones de 2005.

Otra clave de sus triunfos es que desde sus inicios ha hecho de los partidos en casa un fortín inexpugnable. En liga, Mourinho ha conseguido unos números extraordinarios: en 154 partidos disputados desde que comenzara entrenando al Benfica, sus equipos han ganado 124, empatado 29 y perdido tan sólo uno, con 340 goles a favor y 98 en contra. Su última derrota como local data del 23 de febrero de 2002, cuando el Oporto perdió en Das Antas contra el Beira Mar por 2-3. Esta racha se suma a la de los partidos en competición europea, donde sólo ha perdido en cuatro ocasiones en casa: contra el Panathinaikos en la Copa de la UEFA de 2003 con el Oporto (0-1); contra el Real Madrid galáctico en Liga de Campeones en 2003 también con el Oporto (1-3); ya con el Chelsea, perdió contra el Barcelona de Ronaldinho que acabaría ganando la Champions en 2006, en el famoso partido del "teatro" en el que del Horno fue expulsado por una entrada sobre Messi (1-2); y ya con el Inter, de nuevo contra su "bestia negra", el Panathinaikos, en 2008 (0-1). Con estos números no es de extrañar que, para muchos, Mourinho sea el mejor entrenador del mundo.

¿Mourinho contra el equipo invencible?

Mour
inho llevaba ya dos años lanzando indirectas al madridismo. Decía que su sueño era ser el primer entrenador en ganar las tres ligas más importantes del mundo: la inglesa, italiana y española. Pero aquí se va a encontrar un elemento que no ha tenido anteriormente, el Barça. El mejor equipo del mundo, que además ha añadido a la lista a David Villa, y puede que también fiche a Cesc. Es como si a la Selección Española le sumáramos a Messi. El resultado puede ser escandaloso.

Para hacer frente al equipo de Guardiola, parece ser que Mourinho está buscando mejorar la defensa y el centro del campo blanco, el principal agujero del Real Madrid desde que Zidane y la etapa buena de los galácticos abandonaran el Bernabéu. Suenan varios nombres como Maicon, Gerrard o Di María. Estos tres serían jugadores del agrado del aficionado madridista, y especialmente de Mourinho.
Maicon es un carrilero con mucha potencia y llegada, titular con Brasil por delante de Alves. Si se produjera esta operación, Sergio Ramos pasaría a la posición de central en detrimento de Raúl Albiol.
Gerrard es el jugador que le daría equilibrio al centro del campo blanco, un box to box player como llaman en Inglaterra al jugador que cumple funciones de ataque y defensa por igual en la medular. Con Mourinho sería un jugador clave, parecido al Lampard que tuvo en el Chelsea. Además volvería a formar pareja con su excompañero en el Liverpool Xabi Alonso, na dupla que llevó a los reds a ganar la Champions en 2005. El público no tardaría mucho tiempo en convertirle en ídolo, ya que es un jugador de los que se deja el alma en el campo, virtud que en el Bernabéu aprecian casi por encima de cualquier otra.
Di María es otro de los que el Bernabéu recibiría con los brazos abiertos. El año pasado se echó en falta un jugador que fuera un puñal por la banda, además de Cristiano Ronaldo. El joven extremo del Benfica tiene un repertorio de regates amplísimo, tiene gol, velocidad y descaro. Sería el nuevo Robben del Real Madrid.


A falta de saber los jugadores, con Mourinho el Real Madrid volverá a tener un entrenador de primer nivel mundial. Previsiblemente seguirá ganando como en sus anteriores etapas, aunque quizás no con tanta asiduidad, pero lo importante para el madridismo es saber si el equipo jugará como se lleva esperando bastantes años. En Portugal e Inglaterra lo consiguió, en Italia no. Veremos si Mou triunfa o acaba en la trituradora merengue como tantos otros en los últimos ocho años.

viernes, 14 de mayo de 2010

Convocados y ausentes en las selecciones favoritas para el Mundial (Parte 2)

ARGENTINA (lista de 30)

Porteros: Sergio Romero (AZ Alkmaar), Mariano Andújar (Catania), Diego Pozo (Colón)

Defensas:
Nicolás Burdisso (Inter de Milán), Martín Demichelis (Bayern de Múnich), Walter Samuel (Inter de Milán), Gabriel Heinze (Olympique de Marsella), Nicolás Otamendi (Vélez Sársfield), Fabricio Coloccini (Newcastle), Juan Manuel Insaurralde (Newell's Old Boys), Clemente Rodríguez (Estu
diantes), Ariel Garcé (Colón)

Centrocampistas:
Javier Mascherano (Liverpool), Sebastián Blanco (Lanús), Juan Sebastián Verón (E
studiantes), Jesús Dátolo (Olympiacos), José Sosa (Estudiantes), Maximiliano Rodríguez (Liverpool), Mario Bolatti (Fiorentina), Juan Mercier (Argentinos Juniors), Ángel Di María (Benfica), Jonás Gutiérrez (Newcastle), Javier Pastore (Palermo)

Delanteros:
Sergio Ag
üero (Atlético de Madrid), Diego Milito (Inter de Milán), Martín Palermo (Boca Juniors), Carlos Tévez (Manchester City), Gonzalo Higuaín (Real Madrid), Lionel Messi (Barcelona), Ezequiel Lavezzi (Nápoles)

Entrenador pésimo = Talento desaprovechado a la ligera. Quizás nadie le ha dicho al Pelusa que hay vida más allá del fútbol argentino. Hasta diez jugadores de los treinta preseleccionados militan en su liga, quedando fuera jugadores como los nerazzurri Esteban Cambiasso y uno de los mejores laterales del mundo, Javier Zanetti, ambos protagonistas del éxito del Inter esta temporada. Tampoco están en la lista el portero del Getafe Óscar Ustari, el veterano defensa culé Gabriel Milito, los centrocampistas Banega y Gago (que cuando no jugaba en el Real Madrid era titular con Argentina y cuando ha vuelto a tener minutos con el conjunto blanco deja de ir convocado, muestra inequívoca de la incoherencia de Maradona). En la delantera ha pesado más su amistad con Palermo que la objetividad que le hubiera obligado a convocar a Lisandro López. Pero parece ser que a "D10s" se le consiente todo en Argentina.



ITALIA (lista de 30)

Porteros:
Gianluigi Buffon (Juventus), Morgan De Sanctis (Napoli), Federico Marchetti (Cagliari), Salvatore Sirigu (Palermo)


Defensas:
Salvatore Bocchetti (Genoa), Leonardo Bonucci (Bari), Fabio Cannavaro (Juventus), Mattia Cassani (Palermo), Giorgio Chiellini (Juventus), Domenico Criscito (Genoa), Fabio Grosso (Juventus), Christian Maggio (Napoli), Gianluca Zambrotta (AC Milan)


Centrocampistas:
Mauro Camoranesi (Juventus), Antonio Candreva (Juventus), Andrea Cossu (Cagliari), Daniele De Rossi (Roma), Gennaro Gattuso (AC Milan), Claudio Marchisio (Juventus), Riccardo Montolivo (Fiorentina), Angelo Palombo (Sampdoria), Simone Pepe (Udinese), Andrea Pirlo (AC Milan)


Delanteros:
Marco Borriello (AC Milan), Antonio Di Natale (Udinese), Alberto Gilardino (Fiorentina), Vincenzo Iaquinta (Juventus), Giampaolo Pazzini (Sampdoria), Fabio Quagliarella (Nápoles), Giuseppe Rossi (Villarreal)


Marcello Lippi apuesta por un equipo con experiencia, la vieja guardia que ayudó a su país a conquistar la anterior edición del Mundial. Sus grandes ausencias son el mediapunta de la Roma Francesco Totti, artífice junto al montenegrino Vucinic del probable subcampeonato de los de la capital italiana, y el delantero de la Sampdoria Antonio Cassano; también destacan en menor medida las ausencias de Luca Toni, Amauri, Miccoli o Balotelli.



FRANCIA (lista de 30)

Porteros: Hugo Lloris (Olympique de Lyon), Steve Mandanda (Olympique de Marsella), Cedric Carrasso (Girondins de Burdeos), Mickael Landreau (Lille)


Defensas:
Bacary Sagna (Arsenal), Patrice Evra (Manchester United), William Gallas (Arsenal), Eric Abidal (Barcelona), Rod Fanni (Stade de Rennes), Sebastien Squillaci (Sevilla), Adil Rami (Lille), Marc Planus (Girondins de Burdeos), Gael Clichy (Arsenal), Anthony Reveillere (Olympique de Lyon)


Centrocampistas:
Lassana Diarra (Real Madrid), Alou Diarra (Girondins de Burdeos), Jeremy Toulalan (Olympique de Lyon), Florent Malouda (Chelsea), Yoann Gourcuff (Girondins de Burdeos), Abou Diaby (Arsenal), Yann M'Vila (Stade de Rennes)


Delanteros:
Thierry Henry (Barcelona), Nicolas Anelka (Chelsea), Andre-Pierre Gignac (Toulouse), Franck Ribery (Bayern de Múnich), Sidney Govou (Olympique de Lyon), Djibril Cisse (Panathinaikos), Hatem Ben Arfa (Olympique de Marsella), Mathieu Valbuena (Olympique de Marsella), Jimmy Briand (Stade de Rennes)

Raymond Domenech vuelve a echarse otra palada de tierra a sí mismo. E
l cuestionadísimo seleccionador francés no ha convocado a centrocampistas contrastados como el gunner Nasri o el ex-capitán galo Vieira. En su última gran cita como seleccionador, Domenech ha revolucionado la delantera francesa prescindiendo del delantero blanco Karim Benzema en detrimento de otros delanteros de menor nivel como son Gignac, Valbuena, Briand o Henry. Pese a la decepcionante primera temporada del ex del Olympique Lyonnais en Madrid, con varias lesiones incluidas, aún así su promedio anotador ha sido de un gol cada 169 minutos. En comparación, Gignac marca cada 328 minutos, Valbuena cada 327, Briand cada 303 y Henry cada 312. Aunque los números hablan por sí mismos, no es de extrañar la ausencia de Benzema. Si apenas jugaba con Francia cuando era titular con el OL o con el Real Madrid, ahora que dispone de pocos minutos en su equipo era de esperar lo que ha pasado. En cuanto a Henry, la razón por la que Domenech nunca ha dejado de convocarle es muy simple, sus galones en el vestuario. Aunque su relación ha sido de amor-odio, de no ser por el apoyo del culé al seleccionador, es poco probable que hubiera seguido siendo convocado e incluso titular con Francia.


HOLANDA (lista de 30)

Porteros: Michel Vorm (FC Utrecht), Maarten Stekelenburg (Ajax), Sander Boschker (FC Twente)


Defensas:
Vurnon Anita (Ajax), Khalid Boulahrouz (VfB Stuttgart), John Heitinga (Everton), Joris Mathijsen (HSV Hamburgo), André Ooijer (PSV), Giovanni van Bronckhorst (Feyenoord), Gregory van der Wiel (Ajax), Ron Vlaar (Feyenoord), Edson Braafheid (Celtic)


Centrocampistas:
Ibrahim Afellay (PSV), Orlando Engelaar (PSV), Nigel de Jong (Manchester City), Wesley Sneijder (Inter de Milán), Stijn Schaars (AZ Alkmaar), Demy de Zeeuw (Ajax), Wout Brama (FC Twente), David Mendes da Silva (AZ Alkmaar), Mark van Bommel (Bayern de Múnich), Rafael van der Vaart (Real Madrid)


Delanteros:
Ryan Babel (Liverpool), Eljero Elia (HSV Hamburgo), Klaas-Jan Huntelaar (AC Milan), Dirk Kuyt (Liverpool), Robin van Persie (Arsenal), Otman Bakkal (PSV), Jeremain Lens (AZ Alkmaar), Arjen Robben (Bayern de Múnich)


Bert Van Marwijk y su Naranja Mecánica acuden al Mundial como una de las selecciones más vistosas de ver, como en la pasada Eurocopa. La gran ausencia es la del delantero del Hamburgo Ruud van Nistelrooy. Un palo grande para el ex de Manchester United y Real Madrid, ya que abandonó la escuadra blanca para poder jugar el Mundial pero sus goles en Alemania no han sido suficientes para convencer al seleccionador. Aún sin él, Holanda tiene dinamita de medio campo en adelante.