sábado, 6 de marzo de 2010

La doble moral de Guardiola y el barcelonismo

El pasado sábado el F.C Barcelona se impuso al Málaga por 2-1. Le costó más de lo esperado, ya que tuvo que ser en los minutos finales cuando Messi anotara el gol de la victoria tras una magnífica jugada colectiva. Hasta ahí nada que sorprenda demasiado, pero sí lo hace la "intrahistoria" que sucedió en el descanso del partido.

Al parecer, con 0-0 en el marcador tras los primeros 45 minutos, Pep entró al vestuario del colegiado Rubinos Pérez (otras versiones afirman que le abordó en el túnel de vestuarios) y se dirigió a él con estas palabras: "Mis futbolistas no hablan mal de vosotros, os tienen respeto y merecen otro trato. Nosotros somos señores y espero que también lo seáis vosotros. Y si quieres, ponlo en el acta." El árbitro madrileño, intimidado, no lo reflejó en el acta.

Algunos analistas han comentado en alguna ocasión que el técnico culé ha dejado entrever un lado oscuro detrás de ese aire de racionalidad, sensatez, sentido común y saber estar. Este es un claro ejemplo de ello. Desde que llegó al primer equipo todo le ha ido de cara, el Barça ha sido el mejor equipo del mundo (pese a alguna ayuda arbitral innegable), ha ganado todas las competiciones que ha jugado y ha encandilado al barcelonismo y casi a todo el mundo del fútbol. Pero esta temporada se está produciendo un bajón en el juego azulgrana, junto con la mejoría del Real Madrid, la teoría de los vasos comunicantes de mi anterior post. Guardiola sabe de fútbol y está nervioso. Sabe que este año le va a costar mucho más que el anterior repetir lo conseguido y que no tiene todo atado y controlado. Por eso se producen ese tipo de escenas más próximas a películas sobre la mafia que al fútbol.

Pero centrémonos en lo que Pep le dijo a Rubinos Pérez para ver lo contradictorio de su mensaje:

"Mis futbolistas no hablan mal de vosotros, os tienen respeto." Obviamente, cuando les han beneficiado nadie ha dicho nada más que aquello tan manido "nosotros no hablamos del árbitro", "un día te dan y otro te quitan". Pero cuando el resultado no ha sido favorable a ellos, la cosa cambia. Ejemplos de críticas a los árbitros por parte de jugadores azulgranas:

- Iniesta: "Teixeira nos perjudicó de manera notoria ante el Getafe."
- Messi: "Quiero pensar que los colegiados no salen condicionados."
"No es la primera vez que viene un árbitro a Barcelona y hace lo que quiere."
- Xavi: "No diremos que hay una campaña arbitral en contra del Barça, pero hemos perdido por circunstancias ajenas a nuestro juego."
"El árbitro ha roto el partido."
"El árbitro nos ha quitado mucho."
"Hay intereses para que ganen otros equipos."
"Los árbitros lo ven todo al revés y hoy claramente nos han perjudicado" (después de dos penaltis no pitados a favor del Villarreal).

El propio Guardiola, abanderado de la filosofía de no hablar de la labor de los colegiados en declaraciones como "los árbitros no existen", "hablar de los árbitros es una pena y una pérdida de tiempo", ha tenido días en los que se olvidó de su discurso, como al acabar el partido de ida de las semifinales de la Champions League contra el Chelsea, cuando dijo "los árbitros deben hacérselo mirar". Pocos días después, toda Europa opinó lo mismo, aunque en el sentido contrario al que se refirió Pep.


"Nosotros somos seño
res." Respecto a esta afirmación, basta con echar un vistazo a las actuaciones y declaraciones del máximo representante del club: su presidente. Joan Laporta ha tenido prácticamente todos los éxitos deportivos que puede tener, pero un presidente no puede hacer de su club un instrumento político, no debe hablar constantemente de su rival directo en tono agresivo y retador, no debe dejarse fotografiar borracho por haber ganado un "clásico", por no hablar del espionaje interno al que sometió a sus directivos. Y mucho menos es ser señores tratar de condicionar al árbitro con "amenazas" como Guardiola hizo el sábado pasado. Así como infravalorar la labor periodística aquella vez que dijo "todo lo que digáis de fichajes del Barça será mentira". Aquí también es de reseñar la postura de muchos sectores de la prensa respecto al entrenador catalán. Al contrario que, entre muchos otros, el técnico del Real Madrid Manuel Pellegrini, a Guardiola se le permite todo y apenas se mencionan sus errores como los (por el momento) fiascos de fichajes de Chygrynskiy y especialmente la operación Eto'o-Ibrahimovic, la incomprensible confianza ciega a favor de Thierry Henry, la subestimación al Sevilla en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey que a la postre supuso la eliminación culé... Como algunos comentan, parece que Guardiola siempre "mea colonia", independientemente de ser buen entrenador que lo es. En mi opinión Pep es un hombre bastante inteligente y sabe qué decir en cada momento, sabe quedar bien de cara a la galería, parece llevar casi siempre el discurso aprendido de casa, no en vano no concede nunca entrevistas más allá de las ruedas de prensa.

Se dice que las personas muestran su verdadera cara al ser sometidos a momentos adversos o de presión. Quizás la verdadera cara de Pep y del barcelonismo sea la que está mostrando en estos tiempos en los que no navegan con viento de popa. El tiempo dará y quitará la razón a quien corresponda.

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Desde hace varias semanas se habla bastante del término "Villarato". En el siguiente enlace, su creador, Alfredo Relaño, explica con bastante acierto su significado:

http://www.as.com/futbol/video/alfredo-relano-explica-as-com/dasftb/20100304dasdasftb_13/Ves

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran articulo Denis

Denis dijo...

Muchas gracias Monchi! Espero que te vaya todo bien por Estonia!